El post de hoy cuenta la inverosímil historia que le ocurrió al diseñador de muebles Nathan Chander.
En el año 2010 compró una casa que fue construida en 1956, tras abrir las puertas de la cocina se llevo una gran sorpresa, entro en una cápsula del tiempo ya que esta se encontraba completamente nueva, en su estado original sin usarse nunca en más de 50 años. Los anteriores propietarios de la casa no llegaron a vivir en ella y por tanto esta pequeña joya seguía intacta como el primer día.
Las encimeras de color rosa, los electrodomésticos con una marcada linea retro y los tiradores con un diseño de lo más vanguardista, nos transportan decididamente a los maravillosos cincuenta.
Los electrodomésticos funcionan perfectamente, el frigorífico es de doble puerta, el horno precioso, el teclado de los fogones no puede ser más original y el lavavajillas es uno los primeros modelos que se fabricaron, todos conservan los accesorios y manuales de instrucciones.
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