Cuando pensamos en la decoración de los más peques de la casa, nos vienen a la mente colores pastel o tonos suaves, pero quiero mostraros un binomio que a priori puede resultar una opción arriesgada pero que utilizado de manera adecuada es espectacular, el blanco y negro.
Gracias a la influencia del estilo nórdico, esta combinación de colores está cada vez más presente en nuestros hogares.
Con una base blanca de los muebles si no quieres ser tan atrevida, puedes compaginarla con los textiles, papel de pared, estanterías, cuadros o elementos decorativos con motivos negros para darle un aire más desenfadado.
A continuación os dejo algunos ejemplos muy interesantes:
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