Desde hace algún tiempo vivir en una buhardilla ya no es nada extraño, su antigua función como espacio de almacenamiento ha pasado a un segundo plano, reinventándose para dar paso a espacios bohemios y con un encanto especial gracias a los techos inclinados tan característicos que poseen estos habitáculos.
Decorarlas en ocasiones es todo un reto, debido a la existencia de diferentes alturas en sus techos, no obstante si se dispone de una amplia luz natural para lograr claridad en su interior, una climatización adecuada, se solicita mobiliario a medida y tenemos en cuenta de que disfrutamos de un espacio totalmente diáfano, el resultado será todo un éxito.
Comedores
Imágenes: Portada, 1, 2, 3 y 4
Dormitorios
Imágenes: 1, 2, 3 y 4